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LA OTRA MEMORIA

ANIVERSARIO DEL BOMBARDEO DEL FRENTE POPULAR CONTRA LA CIUDAD DE CÁDIZ

ANIVERSARIO DEL BOMBARDEO DEL FRENTE POPULAR CONTRA LA CIUDAD DE CÁDIZ Dicho bombardeo frentepopulista causó víctimas entre la población civil de Cádiz, teniendo lugar el día 7 de Agosto de 1936. Fue a cargo del destructor "Almirante Valdés". Un buque perteneciente a la Escuadra Roja que operaba en el Estrecho y en el que se encontraban detenidos, en el sollado de fogoneros, cinco de sus oficiales, los cuales serían asesinados en el mismo buque una semana después. Lo mandaba el Capitán de Máquinas Santiago López Jiménez.

El día 25 del mismo mes, Cádiz sufrió el ataque aéreo con el resultado más sangriento de todos los que tuvo que soportar durante la guerra. Lo llevaron a cabo dos aviones "Breguet XIX" pertenecientes a la 10ª Escuadrilla del Grupo 21 de la 1ª Escuadra de Aviación. Procedían del Aeródromo de Andujar (Jaén) y como eran bombarderos diurnos que no disponían de radio ni de goniómetro, tenían que operar normalmente de día y utilizar accidentes del terreno fácilmente identificables para poder llegar a sus objetivos y después volver a su base de partida. Es por ello que para llegar a Cádiz siguieron el curso del río Guadalquivir y luego se limitaron a bordear la costa.

Estos son los bombardeos que a continuación relataré.

Bombardeo del destructor "Almirante Valdés".

A las 8,00 horas del Viernes día 7 de Agosto de 1936, el destructor "Almirante Valdés" apareció frente a Torregorda situado lejos del alcance de las baterías de la plaza. Poco tiempo después sus piezas Vickers de calibre 120/45 mm. hicieron fuego contra la ciudad. Los cañones situados en el Polígono de Torregorda,, mandados por el Capitán Julián López Cabrera, rompieron el fuego contra el destructor aún sabiendo lo inútil de la acción debido a su corto alcance.

Al escuchar los cañonazos, muchos gaditanos se asomaron a las murallas y se subieron a las azoteas de las casas para curiosear y ver el cañoneo. Lo hicieron confiados porque ya había habido con anterioridad dos bombardeos navales y ninguno había tenido consecuencias. La prensa propia decía que los bombardeos de los barcos rojos eran "saludos al cañón". Además, y ello era visible, tiraban desde muy lejos temerosos de ser alcanzados por las baterías de costa.

Los primeros proyectiles cayeron en el agua. Uno de ellos, en la dársena interior próxima al Depósito Franco. Sus víctimas fueron una gran cantidad de peces que aparecieron flotando sobre el agua. Pero otro cayó sobre la torre existente en la azotea de la casa número 10 de la calle Pasquín, finca propiedad de José Luis Lacave. Un casco de metralla alcanzó al vecino Fernando Domínguez Rodríguez. Quedó muerto en el acto. Otros siete vecinos que se hallaban en la azotea fueron heridos por la metralla y los materiales arrancados por la explosión.

Teófilo Bravo, que resultó herido en ambas piernas tuvo que ser ingresado en el Hospital Mora con pronóstico grave. Los otros seis, con heridas de carácter leve fueron atendidos en la casa de la Asistencia Pública más cercana que estaba en el número 10 de la calle Compañía.

Al aparecer un aparato de la aviación nacional, el destructor se alejó siendo perseguido por el mismo.

Bombardeo de dos aviones " Breguet XIX".

A las 11,30 horas del Martes día 25 de Agosto de 1936, dos aviones aparecieron frente a la Alameda de Apodaca volando a gran altura. Antes de sobrevolar la muralla arrojaron varias bombas. La primera de ellas cayó muy próxima a la balaustrada, junto a una caseta situada frente a la calle Isabel La Católica, construcción que había formado parte en su día de las defensas de las murallas de San Carlos, y que por entonces era utilizada por un sillero para la realización de sus faenas. La bomba cayó muy próxima a la misma matando al sillero, José García Barrera, que en esos momentos se hallaba trabajando. La metralla alcanzó también a un muchacho de 14 años, Ramón Sánchez Gey, que asomado a la balaustrada curioseaba la evolución de los aviones. Le destrozó el costado derecho, falleciendo en el acto.

Conversando en un lugar muy próximo estaban José María Bensusan y Silóniz, Luis Álvarez Osorio y Bensusan, que eran primos, y un amigo de ambos, José Luis Lacave. Al ver caer la bomba corrieron hacia la casa número 24 de la Alameda de Apodaca, pero instantes después, una segunda bomba hizo explosión hiriendo de muerte a José María Bensusan y causándole lesiones graves en el brazo derecho a su primo Luis. Milagrosamente, José Luis Lacave resultó ileso. Una tercera bomba cayó en la Alameda. Fue víctima de ella José Guerrero Cabeza de Vaca, quien sufrió una gran herida por metralla en la cara anterior del muslo derecho, fractura abierta y conminuta con grandes destrozos musculares en todo el miembro superior derecho y gran herida penetrante en la región púbica con gran destrozo muscular. Falleció en el Hospital Mora.

La metralla de las bombas hirió también a varias personas que en esos momentos transitaban por dicho lugar y por la calle Isabel La Católica. Un basurero resultó ileso mientras que su volquete recibía varios impactos de trozos de metralla.

Dos bombas cayeron en el número 10 de la calle Fermín Salvochea, domicilio de Antonio Wagener, quien vivía en el mismo con su mujer y nueve hijos. Al encontrarse todos en una habitación donde bañaban a los niños y esta no resultar dañada, a pesar que una bomba cayó en una habitación contigua, todos salieron ilesos.

Otra cayó en el 2º piso del número 12 de la misma calle, en donde vivía Hermenegilda Pereira y su hijo Angel Reynares Pereira. La bomba rompió una viga del techo de la habitación en donde se encontraban y ésta al caer dio en la cabeza de Angel haciéndolo chocar contra la mesa donde estaba sentado. La mujer sufrió herida contusa en el parietal izquierdo y el hijo sufrió erosiones en distintas partes del cuerpo.

Otra bomba alcanzó la azotea del número 14 de la misma calle. Se supone que debía ser el objetivo militar del bombardeo de esa zona, pues en ella estaba situada el cuarto y la torre que servía de Estación de Radio-telegrafía de la Guardia Civil. La casa servía además de vivienda para varias familias de Guardias.. Curiosamente, en el 2º piso vivía el Sargento de la Guardia Civil Ramón Sánchez Herrada, padre de Ramón, el muchacho muerto en la Alameda. Todos resultaron ilesos.

Tras los primeros momentos de confusión, se produjo la reacción de la escasísima artillería antiaérea existente. Dos viejos cañones antiaéreos Vickers de 47/50 mm. comenzaron a hacer fuego contra los aviones. Uno estaba emplazado a popa del crucero "República", situado por entonces como batería flotante en la Punta de San Felipe, cuyos sirvientes estaban a las órdenes del Teniente Fernando Castellanos Pérez y el otro se había emplazado en tierra en el mismo lugar y lo mandaba el Capitán Vicente Barranco Soro..

Otra bomba fue a explosionar en la hoy plaza de España, donde alcanzó a Mercedes Benvenuty, de 15 años, quien fue herida de gravedad por metralla al nivel del triángulo de Scarpa con gran hemorragia. Falleció en el Hospital Mora.

A lo largo de la dirección que seguían los aviones fueron soltando bombas que cayeron en las Puertas de Tierra, sin víctimas, calle Tolosa Latour, en donde en el número 3 resultaron heridas cuatro personas, playa de Puntales, donde alcanzó a una persona, varón, que no pudo ser identificado y que falleció poco después cuando era trasladado al Hospital de San Juan de Dios y a Asunción Roquero Roquero, que murió por "Shock traumático por metralla". Por último, una bomba cayó en el mar dentro de la Bahía, recibiendo ya los aparatos el fuego de los modernos cañones Vickers AA. de 120/45 mm., modelo F, recién instalados en la Batería del Fuerte de La Cortadura.

Los aviones se perdieron hacia el Este volando a gran altura y dejando tras de sí un reguero de muertes inocentes. El balance de víctimas fue de siete muertos y veintiún heridos entre la población civil. No resultó afectada ninguna instalación militar.

Víctimas del bombardeo naval del 7 de agosto de 1936

Muertos:

Fernando Domínguez Rodríguez, de 36 años de edad, domiciliado en la calle Pasquín números 10, como todas las demás víctimas del bombardeo. Casado, con dos hijos pequeños que se encontraban enfermos de sarampión. Jardinero municipal. Falleció en el acto.

Heridos:

Teófilo Bravo, de 43 años, que resultó herido en ambas piernas. Fue ingresado en el Hospital Mora. Pronóstico grave.

Agustín Romero Núñez, de 29 años, casado, fotógrafo ambulante. Herido de carácter leve, fue atendido al igual que todos los demás heridos en la casa de la Asistencia Pública de la calle Compañía número 10.

Enrique Barrios Labrador, de 18 años, soltero. Herido de carácter leve.

Carmen Rodríguez Aragón, de 22 años, soltera. Herida de carácter leve.

Catalina Aragón Aragón, de 13 años. Resultó herida en la cara interna y tercio inferior de la pierna derecha.

María Aragón Aragón, de 11 años. Sufrió herida contusa en la región parietal derecha de carácter leve.

Juan Barrios Labrador, sufrió una herida de carácter leve.

Víctimas del bombardeo aéreo del día 25 de agosto de 1936

Las personas que resultaron heridas o algunas de las que fallecieron a causa del bombardeo fueron atendidas en diversos hospitales e instituciones sanitarias. A continuación se relacionan las víctimas agrupándolas en función de donde fueron atendidas:

Hospital de Mora

Félix Barrios, 77 años, domiciliado en la c/ Beato Diego de Cádiz nº 11. Herida de metralla en cabeza y en cadera derecha. Pronóstico reservado. Resultó herido en la calle Isabel La Católica.

Juan Caldelas Iglesias, 66 años, vecino de Puerto Real. Herida contusa de 4 cms. en el frontal. Pronóstico reservado. Fue herido en la Alameda.

Pedro Amador Collantes, 48 años, domiciliado en la c/ Teniente Andujar nº 38 y 40. Herida por metralla en la región escapular derecha.

Antonio Boada López, 33 años, domiciliado en la c/ Bendición de Dios nº 5. Erosiones en la pierna derecha y pie izquierdo por metralla.

Josefa Barea Jiménez, 25 años, domiciliada en la c/ Isabel La Católica nº 27. Herida por metralla en muslo derecho.

Mercedes Benvenuty, 15 años. Herida por metralla al nivel del triángulo de Scarpa con gran hemorragia. Pronóstico grave. Falleció en el Hospital.

Hospital de San Juan de Dios

Salvadora Reguera, domiciliada en la c/ Tolosa Latour nº 3. Fractura complicada de la tibia y del peroné.

Carmen Pedreño, domiciliada en la c/ Tolosa Latour nº 3. Herida contusa de 3 cm. en el escapular derecho y ambos brazos.

Magdalena Nieto, domiciliada en la c/ Tolosa Latour nº 3. Heridas en diversas partes del cuerpo.

Lucas López, domiciliado en la c/ Tolosa Latour nº 3. Erosiones en el brazo y muslo derecho.

Luis Álvarez Osorio y Bensusan, domiciliado en la c/ Alameda nº 3, casado, 11 hijos, abogado. Sufrió lesiones graves en el brazo derecho teniendo que serle amputado. Fue herido en la Alameda. Número registro de Alta en el Hospital 30.121.

José María Bensusan y Silóniz, 43 años, domiciliado en la plaza de la Constitución nº 2, casado, 4 hijos, abogado. Ingresó en estado preagónico, falleciendo en el Hospital. Resultó alcanzado por una bomba en la Alameda. Número registro de Alta en el Hospital 30.120.

Casa de Socorro de la calle Adriano. (Extramuros).

Ramón Pérez Rodríguez, 50 años, domiciliado en la calle Adriano nº 59. Sufrió erosiones en el brazo izquierdo.

José Santos Gallet, 30 años, domiciliado en la Avenida 14 de Abril de 1931 nº 11. Herida contusa de 3 cms. en un mentón.

Casa de Socorro (Caballeros Hospitalarios)

Hermenegilda Pereira, domiciliada en la c/ Fermín Salvochea nº 12, 2º. Sufrió herida contusa en el parietal izquierdo.

Ángel Reynares Pereira, 26 años, mismo domicilio, era hijo de la anterior, cobrador de arbitrios. Sufrió erosiones en distintas partes del cuerpo.

Juan Bernal Nieto, domiciliado en la c/ Dr. Zurita nº 2. Sufrió erosiones en la mano derecha.

Eduardo Iglesias Ríos, domiciliado en la c/ Bendición de Dios nº 12. Herido en la cabeza.

Carmen Gallego, de 9 años. Vivía cerca de la Fábrica de Torpedos. Resultó herida de metralla a nivel del pezón derecho, ambos muslos, pierna y brazo derecho.

José Guerrero Cabeza de Vaca, 27 años, era conocido como el Chele, domiciliado en la c/ Enrique de las Marinas nº 39. Trabajaba de dependiente en un despacho de la calle San José, y también vendía periódicos. Era jugador de fútbol. Iba por la Alameda cuando fue herido. Presentaba una gran herida por metralla en la cara anterior del muslo derecho, fractura abierta y conminuta con grandes destrozos musculares en todo el miembro superior derecho y gran herida penetrante en la región púbica con gran destrozo muscular. Fue trasladado al Hospital de Mora donde falleció.

Asistencia pública de la calle Compañía número 10

Salvador Barrera, artillero del Regimiento de Artillería de Costa nº 1 que transitaba casualmente por la calle Isabel La Católica. Sufrió una contusión en región escapular izquierda.

Eduardo Benítez, domiciliado en la c/ Virgili nº 3. Resultó herido de metralla en antebrazo izquierdo cuando transitaba por la Alameda.

Juan Rodríguez, domiciliado en la c/ San Isidro nº 1. Sufrió herida contusa de 3 cms. en pierna izquierda cuando pasaba por la calle Isabel La Católica.

José Quirós, domiciliado en la c/ Sto. Domingo nº 20. Resultó herido por metralla en rodilla izquierda cuando transitaba por la plaza de la República.

Además de los relacionados, resultaron muertos por el bombardeo:

Ramón Sánchez Gey, 14 años, domiciliado en la calle Fermín Salvochea número 14. Pertenecía a la Sección Infantil de la Falange (Balillas). Sufrió graves heridas en el costado derecho por casco de metralla. Falleció en el acto.

José García Barrera, muchacho sillero que se hallaba trabajando en la antigua construcción militar que existía en la Alameda frente a la calle Isabel La Católica. Falleció en el acto debido a shock traumático por metralla.

Asunción Roquero Roquero, con domicilio en la Avenida Marconi. Falleció por shock traumático por metralla.

Un varón no identificado al que alcanzó la bomba que estalló en Puntales causándoles lesiones de las que murió mientras era conducido al Hospital de San Juan de Dios.

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